sábado, 3 de julio de 2010

Conclusión

Las actividades lúdicas de las niñas y los niños permiten su desarrollo integral, conjuntan actividades físicas (correr, trepar, brincar); intelectuales (descubrir e imaginar mundos diferentes); afectivas (relaciones e interlocución); y sociales (compartir normas, objetos y logros), sin embargo, en muchas ocasiones es difícil realizarlas de manera armónica debido a las problemáticas de ciudades como la nuestra. Las grandes ciudades determinan que los espacios para el juego, la convivencia y la interrelación infantil sean restringidos. El juego depende de las

posibilidades económicas de las familias o de los servicios públicos que ofrecen las instancias de gobierno.


Los primeros años de vida de las personas son cruciales para el desarrollo futuro, pues constituyen un periodo crítico de sus necesidades biológicas, psicológicas y sociales como: la alimentación, la salud, el desarrollo de su inteligencia, personalidad y afectos. Numerosos estudios destacan la vulnerabilidad en estas edades por las privaciones del ambiente físico y social, tales como la falta de estimulación psicosocial, intelectual y la falta de cariño; por tanto, la educación extraescolar debe ser una prioridad de cualquier programa que busque impulsar

el desarrollo digno e integral de la infancia.

Por todo lo anterior y por muchas cosas más es fundamental pensar que jugar es sumamente importante y necesario por lo que hay que hacer de nuestro entorno un lugar lleno de ludotecas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario